Hay un momento en la vida, que algunos de nosotros nos paramos a pensar y nos planteamos si a lo que estamos dedicando nuestra vida y esfuerzo merece la pena.
Si estamos cumpliendo los sueños de ese niño o niña que fuimos y que nunca debería habernos abandonado.
A mí me ocurrió hace unos años a nivel laboral y entonces valoré si merecía la pena
cambiar un sueldo elevado por la felicidad y la autosatisfacción de dedicarme a mi verdadera vocación:
Así que tomé la decisión que ha cambiado completamente mi vida:
Con el apoyo incondicional de mi marido -porque sin él, cumplir este sueño no habría sido posible- salimos de nuestra “zona de confort” en Madrid y nos mudamos a Málaga. Decidimos Málaga simplemente porque queríamos un sitio con playa y sol. Él pidió traslado en su empresa y yo dejé la mía.
Y allí comenzamos nuestra aventura… Tuve la suerte de poder trabajar con unos alumnos maravillosos tanto en entrenamiento, como en alimentación saludable, como en Yoga, de los que aprendí muchísimo.
Viví la experiencia de mi propio Estudio de Yoga entrenamiento y alimentación saludable, pero como la vida es un continuo fluir, volvimos a cambiar de residencia.
Actualmente vivo en el sur de Gran Canaria, donde voy seguir entregando mi apoyo y asesoramiento a todas las personas que lo deseen.
Mi “proyecto-sueño” consiste en un trabajo integral con la persona en el que ofrezco mis conocimientos de Yoga, entrenamiento personal, asesoramiento nutricional y coaching personal, para mejorar el bienestar de cuerpo, mente y espíritu. ¡Un bienestar 360!
Nada me hace más feliz que contribuir a que tú consigas tu objetivo físico y/o mental, aunque pienso que ambos siempre están unidos y se resumen en mejorar la salud.
Simplemente dando un primer paso para conseguir lo que nos proponemos ya estamos actuando para que ello ocurra, sólo hay que procurar por el camino no olvidarnos de que:
¡SER FELIZ ES OBLIGATORIO!